Muchos somos los fisioterapeutas que llevamos años trabajando junto a aparatos emisores de onda corta y de microondas. Pocas son las precauciones que tomamos al respecto, y la gran mayoría de ellas basadas en la transmisión boca a boca entre compañeros, pero quizás no todas verificadas y contrastadas. Por eso quiero hacer referencia a la aparición de un "Manual de prevención de riesgos laborales en los tratamientos con onda corta y microondas".
Tras leerlo, paso a resaltar algunas de las cosas que más me han llamado la atención:
- En caso de embarazo o lactancia, no hay nada demostrado pero se recomienda no exponerse a radiaciones de este tipo. Parece ser que 2 m de distancia respecto de la fuente pueden ser suficientes.
- Existe una normativa que obliga al empresario/propietario a evaluar, y en caso necesario medir y calcular los valores de los campos electromagnéticos a los que están expuestos sus empleados.
- Mantener una distancia mínima de 2 m entre dos equipos de este tipo.
- Importancia de que el equipo lleve el Marcado CE. Las exigencias europeas aseguran que por ejemplo los cables estén suficientemente aislados. Un simple tubo de goma no es suficiente, se precisa un apantallamiento de malla metálica.
- Se recomienda la revisión y mantenimiento una vez al año.
- La zona donde se ubiquen los aparatos debe estar perfectamente señalizada, con carteles de indicación de radiación no ionizante y de aviso a pacientes embarazadas, portadores de marcapasos o de implantes metálicos.
- Parece claro que la mejor medida de prevención es el alejamiento de la fuente, situándose el terapeuta a más de 2 m siempre el mayor tiempo posible.
Creo que sus autores deben ser nombrados en reconocimiento a esta importante labor:
Alberto Rasines Gómez, Luis M. Hernando del Pino, Mª Nieves Ausín Canduela, Francisco Javier Albert Payá, Adrián Martínez Ramos, Mª Paloma López Mardomingo, Álvaro Garrido López y Raúl Andrés Gutiérrez.
La fotografía es de Alan Richmond