jueves, 25 de febrero de 2010

Estirando fibroblastos



Entre los fisioterapeutas existe una controversia muy entretenida a la par que estimulante sobre la utilidad o no de las conocidas como técnicas miofasciales. Para los más profanos, quizás sería bueno resumir brevemente qué tratamientos podrían incluirse en este grupo de terapias (sin entrar en detalle, algún día lo haremos).

Por un lado tenemos las técnicas para el dolor miofascial de Travell y Simons, conocidas también como técnicas de puntos gatillo (trigger points en inglés).
Por otro lado la relajación miofascial (myofascial release, de John Barnes) que parece incluir maniobras en las que se moviliza el tejido con el objetivo de lograr aliviar las tensiones fasciales.
Un concepto que integra muchas de estas maniobras es la formación que en España imparte Andrzej Pilat, donde además se habla mucho de inducción miofascial y liberación somatoemocional.
También, hace pocos años desembarcó en la península la legión de Luiggi Stecco y su técnica de Manipulación de la Fascia, un concepto nuevo, práctico y muy interesante.
Y por último, mencionar a Myers y sus meridianos miofasciales.

Pues esta breve recopilación de técnicas miofasciales (seguro que alguna me queda en el tintero, iremos rellenando poco a poco) viene a que hace 10 días me encontraba leyendo un artículo de Kate Meltzer en el que toman varios cultivos de fibroblastos humanos de dermis, y los someten a estiramientos repetitivos (sí, puede parecer difícil someter a células microscópicas a este proceso, pero para ello trabajaron con técnicas de vacío). La idea de estos estiramientos consecutivos es simular los gestos repetitivos del día a día que teóricamente pueden crean lesiones en la fascia. Resulta que después de este proceso, en los cultivos se apreciaron cambios en su morfología. Obviamente este es un estudio in vitro, pero si estos cambios se objetivaran también in vivo, estarían reflejando lo que entendemos como restricción miofascial, o lesión miofascial.

Siguiendo con esta investigación, a un grupo de fibroblastos, tras someterlos a ese estrés de estiramientos repetidos durante 8 horas, los dejaron descansar (¡pobres fibroblastos!) durante 3 horas para finalmente hacerles un estiramiento más durante 60 segundos. Este último toque de gracia pretendía simular una técnica de relajación miofascial (myofascial release). Se observó entonces que los cambios morfológicos que se habían provocado, se revirtieron casi en su totalidad.

Los autores pretenden así demostrar la utilidad de las técnicas miofasciales, la importancia de no olvidarse en nuestro tratamiento del tejido fascial. Obviamente es clara la necesidad de seguir investigando. La evidencia clínica de la efectividad de este tipo de trabajo está ahí. Urge una mayor evidencia científica.


El cuadro es de Albert Edelfelt: "Pasteur en su laboratorio", 1885.


miércoles, 3 de febrero de 2010

Frecuencia del uso de PEDro en España



Estas son las cifras de frecuencia del uso de PEDro en 2009 (aquí hablamos un poco de qué es eso de "PEDro"). Diecinueve países forman el top 25 y acaparan casi el 84% del total de consultas. De más a menos:
  1. Australia 15.1%
  2. USA 14.6%
  3. Brasil 7.7%
  4. Holanda 5.6%
  5. Italia 4.9%
  6. Reino Unido 4.4%
  7. Canadá 3.7%
  8. Alemania 3.6%
  9. Japón 3.5%
  10. Portugal 3.5%
  11. Suíza 3.1%
  12. Suecia 2.4%
  13. Nueva Zelanda 2.3%
  14. España 1.9%
  15. Bélgica 1.9%
  16. Francia 1.5%
  17. Austria 1.4%
  18. Dinamarca 1.4%
  19. Noruega 1.2%
Si quitamos los dos o tres primeros, la diferencia entre el resto de países no es mucha.

Por otro lado, respecto a las cifras de 2008, España ha perdido una posición y bastante porcentaje de uso, ya que figuraba en el puesto 13 con un 2,4%.

Que cada uno saque sus propias conclusiones sobre si este parámetro aporta algo o no en cuanto al estado de la Fisioterapia en España, en relación a otros países.


Merci à Pierre Trudelle pour l'idée


martes, 2 de febrero de 2010

Geoffrey Maitland

Geoffrey Douglas Maitland nació en Adelaide, Australia, en 1924. Se formó como fisioterapeuta entre 1946 y 1949, tras servir en la RAAF (Reales Fuerzas Aéreas Australianas) durante la II Guerra Mundial.

Trabajó en varios hospitales y en su centro privado, y empezó a compaginar la atención clínica con la docencia en diversas Escuelas y Universidades. Cuentan que pasaba al menos la mitad de un día cada semana en las Bibliotecas Barr-Smith y en la de la Escuela Médica de la Universidad de Adelaide. En 1954 comenzó a dar clases de Terapia Manipulativa.

Como profesor y docente, daba gran importancia a la exploración y evaluación clínica y estimulaba a sus alumnos a registrar por escrito sus tratamientos desde el principio. Quienes le conocieron dicen que era un gran "escuchante" (diferente de "oyente"), y que se fijaba en cada palabra que utilizaban los pacientes, en el tono de voz, en las insinuaciones implícitas en cada expresión. Exprimía cada faceta de las capacidades corporales para dar información (y recibirla), tanto verbal como no verbal, durante la evaluación así como durante el tratamiento del paciente (si es que ambas facetas son separables).

En 1961 recibe una especie de beca que les permite a él y a su mujer Anne hacer un tour por el mundo, visitando osteópatas, quiroprácticos, doctores y colegas fisioterapeutas de los que habían oído, leído y mantenido correspondencia los años previos.

En 1962 presenta en la Asociación Australiana de Fisioterapeutas un artículo con las diferencias entre movilización y manipulación, defendiendo el uso de las manipulaciones pasivas en el tratamiento del dolor. Siguen tras esto años de publicaciones en diarios médicos y fisioterpéuticos, y por fin las primeras ediciones de sus libros de Manipulación Vertebral y Periférica. Nunca abandonó la práctica clínica.

En 1978, en uno de sus primeros cursos en Europa, discutiendo con un colega, se dió cuenta de que su trabajo e ideas eran, más que un método de aplicación de técnicas manipulativas, un concepto de pensamiento y actuación: el Concepto Maitland de Fisioterapia Manipulativa nacía, como una manera de pensamiento, evaluación continua, exploración y manipulación fisioterapéutica.

"Conoce cuándo, cómo y qué técnicas llevar a cabo, y adáptalas a cada paciente individual"


En 1992, en Zurzach, Suíza se crea la Asociación Internacional de Profesores Maitland (IMTA), de cuya web he extraído parte de esta biografía.

Otro aspecto llamativo de este concepto terapeútico, y me consta que chocante para muchos, lo comenta en el prólogo del libro Vertebral Manipulation de 1964, donde explica por qué no es extrictamente necesario, en nuestra páctica clínica, aportar un diagnóstico, una palabra que dé nombre a lo que tiene el paciente (¡¡con lo que respiran muchos cuando logran ese nombre!!).

"...es a menudo imposible conocer la verdadera patología... los síntomas y signos de una misma patología pueden variar mucho y requerir tratamientos distintos... debemos referir nuestro tratamiento a los síntomas y signos del paciente más que al diagnóstico..."


Desde el 22 de Enero de 2010, Geoffrey Maitland descansa en paz, casi un año después de la muerte de su mujer Anne.



 
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